jueves, 31 de julio de 2008

¿Lo que está en juego?

Algún filósofo del poder dijo recientemente que estábamos al borde de un cataclismo. Qué lejos tiró la bocha. Si quieren pueden salir a la calle y ver que los semáforos, aunque sea, todavía funcionan.

Qué compleja es nuestra realidad. Hoy en Argentina se viven tiempos de cambio. El pasado ha vuelto para ajusticiar las injusticias del pasado. Junto a él han vuelto también los errores de esa época. La hidalguía de quienes se levantaron contra una ola de terror que avanzó durante décadas en nuestro continente y fue producto de un contexto político de ensayo, odio y terror, hoy se ve insultada por la tergiversación de sus hechos en la historia, de su sangre derramada.

La dirección política sigue la línea de la perdición. No ve, no oye, no habla. Piensa que con su testarudez y sus falsas enmiendas encontrará un rumbo que gran parte del geoide no encuentra. No entiende que la administración debe ser de los recursos y no de las remesas, que por el orden económico se vuelven astutas, cambian sus formas y escapan de la necesidad general.

La realidad nos envuelve. Nuevas o viejas caras con nuevas o viejas ideas, que por haber gozado de legitimidad en otro tiempo, se las pretende usar de escudo para validar el presente, logrando únicamente violentar la memoria, insultar la historia y subestimar al pueblo. Si sólo detrás de ese escudo se encuentras las ideas antagónicas, que por subterráneas se creen invisibles.

El presente reclama activismo. Reclama conciencia. En el ahora se construye el presente. En las vísperas del bicentenario, vuelven a la mente signos y sistemas que blandidos por recíprocos enemigos, se tornan vacíos y ajenos a las ideas que les dieron contenido.

El presente reclama ideas. Reclama una solución que repare las estructuras dañadas desde el principio. Los proyectos olvidados. La necesidad urgente de quienes no pueden esperar el ciclo de un cultivo o de una economía. Muchas personas nacen, viven y mueren sin saber por qué vivieron como lo hicieron, y lo que es peor: sin preguntárselo. El mundo ofrece los elementos para saciar las necesidades del hombre. El equilibrio tiene estricta relación con la responsabilidad. Y en nuestro orden la que más importa es la responsabilidad del ciudadano, que no es otra cosa que conciencia y política. Ésta impulsa a la del actor que si bien no es el principal, es importante, este es el político. El funcionario. Él debe ser objeto de toda la presión, pues es quien tiene que actuar con claridad, transparencia y trabajar incansablemente.

Entiendo que el primer escalón, es éste: la conciencia política de quien por opción no la ejerce. Porque aquél desganado y escéptico es el ejemplo de la causa que conduce a dejar libre las posibilidades del fracaso. Como dijo Bertolt BrechtEl peor analfabeto, es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la carne, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. Es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el niño abandonado y el peor de todos los bandidos: el político corrupto, mequetrefe y lacayo del gran capital”.

4 comentarios:

  1. Anton:

    Me enorgullezco en ser el primero en dejar un comentario en tu blog. Lo que escribiste es algo que ya hemos hablado en otras ocasiones, pero aca se vislumbran tus ganas de ser escuchado y tu voluntad por generar un cambio. Espero que te vaya bien con los proyectos que encares. Siempre podes contar con nosotros.

    Un abrazo!

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  2. Querido Anton:

    Considero que la agudeza intelectual de tu artículo es merecedor de muchos elogios, aunque lo cierto es que su trascendencia nace a partir de que de tu pluma brotaron la autenticidad, coherencia e ideales que te caracterizan y nos hacen más amigos día tras día.

    Tus palabras, una vez más, me despiertan de ese sucio letargo que nos estandariza y palidece. Así, vuelvo a preguntarme...¿Quiénes somos?...¿por qué sólo nos satisfacemos a partir de egoísmos y estúpidas banalidades?...¿que demonios estamos esperando?. Despertemos!!!

    PD:¡Ha llegado la hora de la ira, la ruina y un crepúsculo rojo!

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  3. Estimado Antón:
    Recuerdo que, hace unos meses, hablamos en una sesión de footing por palermo sobre la importancia política que adquirió el blog como mecanismo de difusión y de lo difícil que es apropiarse de ese espacio con originalidad, autenticidad y creatividad.
    Creo que usted lo ha logrado. Es decir, hay un espacio de creación en ciernes que tiene que explotarlo al máximo y, según estimo, eso es lo que hará.
    Su mensaje, debo decirlo, traduce la angustia que nos embarca a todos los que creemos en el existencialismo no sólo como modelo teórico -filosófico sino, antes bien, como proyecto de transformación civilizatoria.
    Si es cierto lo que decía Sartre, en el sentido de que la existencia precede a la esencia, pues entonces resultará imprescindible generar los mecanismos que permitan forjar esa esencia con la mayor de las libertades posibles. Sin la panza llena no hay modo de elegir conforme a un sentido, precisamente porque esas carencias nos aprisionarán de tal modo que cualquier elección existencial quedará relegada a un plano metafísico insuceptible de vivificación.
    De cualquier modo, la esencia no puede depender de un otro, es decir, que la capacidad de reflexión, elección y discernimiento no creo que se perfeccione con una transformación o enaltecimiento del gestor. Antes bien, me parece que el perfeccioanamiento de la esencia permitirá, más tarde o más temprano, prescindir del gestor que nos aprisiona y nos impide ser...El comunitarismo u otras experiencias de organización social más horizontales pueden ser la vía para mejorar esas condiciones y, de ese modo, contribuir a despejar el camino para el enaltecimiento del sujeto y su capacidad de elección existencial.
    Le dejo un abrazo,
    Jean Paul reloaded

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  4. Setenta balcones hay en esta casa,
    setenta balcones y ninguna flor...
    A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
    Odian el perfumne, odian el color?

    La piedra desnuda de tristeza agobia, dan una tristeza los negros balcones!
    No hay en esta casa una niña novia?
    no hay algún poeta bobo de ilusiones?

    Ninguno desea ver tras los cristales
    una diminuta copia de jardín?
    En la piedra blanca trepar los rosales,
    en los hierros negros abrirse un jazmín?

    Si no aman las plantas no amarán el ave,
    no sabrán de música, de rimas, de amor.
    Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave...
    Setenta balcones y ninguna flor!!

    Estimado Anton;
    Baldomero Fernandez Moreno festejaría la flor que pretendés poner en los balcones del pensamiento.
    Orgulloso estoy de considerarme amigo suyo, y con mayor deseo espero verlo pronto. Adolfo Mena

    PD Abrazo para Jean Paul reloaded, a quien también ansío verlo pronto (3bis)

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